Riesgo de software
El código informático (smart contract) por el que se comercializan los referidos tokens están basados en el protocolo BSC. Cualquier mal funcionamiento, caída o abandono del proyecto BSC puede provocar efectos adversos en el funcionamiento de los tokens en cuestión. Por otro lado, los avances tecnológicos en general y en criptografía en particular, tales como el desarrollo de la computación cuántica pueden traer consigo riesgos que deriven en el mal funcionamiento de los Tokens en cuestión.
Los Smart Contracts y el software en el que se basan se encuentran en una etapa temprana de desarrollo. No existe garantía ni forma de asegurar que la emisión de tokens y su posterior comercialización pueda ser interrumpida o que padezcan cualquier otro tipo de error, por lo que hay un riesgo inherente de que se produzcan defectos, fallas y vulnerabilidades que puedan dar lugar a la pérdida de los fondos aportados o de los tokens obtenidos.
Existe un riesgo de ataques de piratas o hackers informáticos en la infraestructura tecnológica utilizada por el Emisor y en las redes y tecnologías esenciales. Como resultado, el Emisor puede ser impedido parcial, temporal o incluso permanentemente de llevar a cabo sus actividades comerciales.
En el caso de los mecanismos de consenso de Proof-Of-Stake en BSC, podría darse el caso de que alguien pudiese controlar más del 50% del poder computacional de los mineros/stakers de la cadena de bloques en un llamado ataque del 51% y, por lo tanto, toma el control de la red (la cadena de bloques). Utilizando más del 50% del poder de validación, el atacante siempre representará a la mayoría, lo que significa que puede imponer su versión de la cadena de bloques.
En principio, esto también es posible con menos del 51% de la potencia de minería. Una vez que el atacante haya ganado el control de la red, podría revertir o redirigir las transacciones que inició, de modo que sería posible "duplicar el gasto" (es decir, realizar transacciones múltiples del mismo token). El atacante también puede bloquear las transacciones de otros negándoles la confirmación. Podrían, además, darse otros ataques informáticos en la blockchain de BSC, el software y/o el hardware utilizado por el Emisor.
Además de los ataques de hackers informáticos, existe el riesgo de que los empleados del Emisor o terceros puedan sabotear los sistemas tecnológicos, lo que puede provocar el fallo de los sistemas de hardware y/o software del Emisor.
Esto también podría acarrear un impacto negativo en las actividades comerciales del Emisor.
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